lunes, 26 de abril de 2010

El milagro de cada día....dánosle hoy

Mbote, bandeko.

Ayer estuve de nuevo en la Fundación Viviane pero esta vez en vez de quedarme con los niños, me dediqué a pasear por los alrededores y visitar a las familias del barrio. Fue un ratico muy majo. Me había traído de casa algunos calendarios que hacemos los misioneros de la Consolata y así hacíamos la visita y les regalábamos un calendario.

Esto me dio la ocasión de conocer algunas familias. Por ejemplo, la familia de Emmanuel, casado y con doce hijos. Trabaja en la Dirección General de Impuestos y todos sus hijos están escolarizados menos la más pequeña que todavía no tiene la edad. Las dos mayores están en la universidad. Me dejó alucinado cuando me dijo que al año emplea unos 2.000 $ sólo en la escuela de sus hijos. Él es funcionario público con lo que normalmente les pagan con retraso. Este mes, por ejemplo, me dijo que le pagaron el 11. Y las primas no se las pagan desde hace siete meses. Aparte de eso tiene una moto que hace de moto-taxi, un campo de café y su mujer hace algo de comercio en frente de casa. Imaginaos, estaba hablando con un "privilegiado" pero que tiene unos gastos eneormes si quiere dar una educación a sus hijos.

René agradeció también mucho la visita. Él es enfermero y trabaja en un centro de salud. Su mujer me pareció encantadora, sonreía en todo momento e hizo lo imposible para que todos los niños que venían con nostros pudieran estar sentados en una silla (tarea imposible porque creo que eran más de 20).

Bueno, no quiero alargarme más, pero me pareció cada día en Kinshasa es un pequeño milagro. Es un milagro que estas familias alcancen a comer tres veces al día; que puedan llevar a la escuela a sus hijos; que puedan llevarlos al médico, vestirles decentemente... A veces sólo hace falta salir de uno mismo para darse cuenta que las verdaderas noticias nunca aparecerán en los telediarios, sino delante de nuestros ojos.

Un abrazo a tod@s (especialmente a los de la promoción del 85 y a Ana y José que son un cielo).

martes, 20 de abril de 2010

Vuelvo a la carga

Mbote, bandeko!

Dos meses de silencio son mucho tiempo para todos los que me acompañáis por estas tierras. Gracias por haber perseverado y estar siempre ahí.

Kinshasa sigue llena de agujeros y preparándose a marchas forzadas para los fastos del cincuentenario de la independencia (el 30 de junio). El problemas es que no terminan lo que han empezado y siguen esteechando calles, cerrándolas al tráfico... (y sin avisar). Y esto en una ciudad de nueve millones e infinidad de coches complica mucho las cosas a todos: peatones, automovilistas, taxistas, obreros y gobernantes (hasta la calle del Parlamento está en obras). Esto impide que haya las obras mínimas de mantenimiento, y así el sábado me encontré con un "puente" improvisado porque el que pasaban justas las ruedas del coche. Ni siquiera en Dianra me había visto en una de esas. Transpiré de lo lindo pero al final lo pasé con la ayuda de unos 20 "kineses" gritándome: a la derecha, a la izquierda, recto, retrocede... En fin, toda una odisea para llegar a la Fundación Viviane.

Ah, en pascua hicimos una salida al río con los niños de la Fundación, yo iba en el coche con... ¡16 niñ@s! (y, claro me llamaron de todo: ¡traficante!, ¿dónde vas con esos niños? proxeneta! Todo fue muy bien, nosotros llevábamos un montón de juegos preparados pero fue llegar al río y no salir hasta que nos fuimos. Lo pasaron (y lo pasamos) en grande. A ver si me hago con alguna foto y la pongo por aquí aunque os advierto que estoy de un blanquito que da pena.

La situación en el país no va muy bien. Hubo un intento de rebelión en Mbandaka, que es una capital de provincia del noroeste, sí del noroeste, no del nordeste. Duró un día, pero luego los militares retomaron el control. Esto es un follón porque ya hay problemas en el este con la guerrilla ruandesa y en el nordeste con la guerrilla ugandesa. Sí, ahora se crea otro problema "permanente" en el noroeste con los Eñele, no sé qué vamos a celebrar el 30 de junio.

Yo estoy bien, en casa, el viernes pasado montamos una pequeña fiesta porque me tocó presentar junto con Sergio la cultura española. Así que etníais que vernos cantando: Alegre la mañana, Te ofrecemos, Señor, nuestra juventud y la playa estaba desierta con todo etse mosaico de culturas que tenemos por aquí. El menú fue: tapas de chorizo con queso, tortilla de patata, ensaladilla rosa y paella de pollo. Todo aderezado con una buena sangría que puso contento a más de uno.

El domingo pasado vinieron los niños de la parroquia a hacer un retiro. Aquí os mando una foto que están muy guapas. Fue sobre la aceptación de los otros y el conocimiento de uno mismo. Llegaron muy tarde pero luego fue muy bien y todos salieron muy contentos.

Hoy, ha venido Dorkas de nuevo. Es una niña de diecisiete años, hija de militares, a los cuales les han destinado en el interior del país y que han dejado con sus abuelos pero que no tiene ni para comer cada día. Le había ayudado un par de veces y hoy vino "para saludar a i papá". ¡Qué dura es la vida con los niños por estos lares! Lo hablé con Symphorien y le hemos dado una pequeña suma de dinero para que empiece a hacer comercio de pan y pueda ganar algo para vivir. Sus padres no la escolarizaron y no tiene ni idea de francés pero como vive un pelín lejos de casa no puede venir cada día para alfabetizarla. Es muy vulnerable. Os lo comparto porque la concretización del pobre me duele mucho. Es muy distinto leer cifras asépticas, pero cuando conoces las historias personales, todo cambia de color y calor.

Siento haber entristecido el tiempo pascual en el que estamos pero no es culpa mía sino de la ambigüedad de estos tiempos.

Un abrazo a todos (especialmente a los de la promoción del 85 que me están alegrando estas últimas semanas).

Ramón